Saturday, April 14, 2007

no deje frijoles pekeños e inocentes al alcancé de sus hijos pekeños, ni de sus hijos mayores

Alguna vez se metieron un frijol en la nariz?
Yo si.
Era pekeña, tenía kuriosidad,
tenía un frijol en la mano y dos hoyos en la nariz.
Tenía ganas, tenía la fuerza y tenía la decision.
Me metí el frijol en la nariz, no muy profundo, no muy superficial, lo suficientemente adentro komo para no poder sacarlo kon los dedos.
Tenía un frijol dentro de mi nariz y no lo podía sacar.
Me dió miedo,
me panikie.
No kería vivir kon un frijol en la nariz para siempre,
no keria ke se metiera mas y mas adentro y luego komo en el vasito de gerber kon algodon y alcoholito ke tenia en el kinder, creciera poko a poko una hoja y luego un frijol y luego dos frijoles...
-Trankila, pensó mi pekeña yo...
Piensa, piensa, piensa...
Y entonces agarré un papel del baño, kon mis pekeñas manitas frías del susto y me soné.
El frijolito, pekeño, inocente, cobarde, salió de mi nariz kon fuerza y kedo okulto en el papel.
Rapidamente lo envolví y lo tire a la basura.
Respiré kon alivio, respiré por mis dos hoyos, respiré.
No sé por ke recordé esto, tal vez tengo ganas de meterme otra vez un frijol en la nariz.

2 comments:

Anonymous said...

Sabes, me paso algo similar con un dado de las serpientes y escaleras, maldito ocio, me ha atacado desde que tengo memoria, saludos...

kymeraz said...

Pa´ luego es tarde Angyi, no te olvides del lado que te vive, úsalo, desgástalo, piérdete en él como si no existiera el segundo que le sigue al que vives hoy...